La pericia psiquiátrica oficial realizada a Walter Leiva, el exboxeador que en marzo de 2021 mató a puñaladas a su amigo Pedro Molina (54), indica que no está capacitado psíquicamente para estar sometido a proceso penal
La pericia psiquiátrica oficial realizada a Walter Leiva, el exboxeador que en marzo de 2021 mató a puñaladas a su amigo Pedro Molina (54) en un hostel de Santa Clara del Mar, indica que no está capacitado psíquicamente para estar sometido a proceso penal y recomienda que permanezca alojado en la Unidad 34 del Melchor Romero bajo criterio estricto de internación psiquiátrica.
El informe firmado por el perito Diego Martín Otamendi, concluye que Leiva “presenta en su estado actual sintomatología compatible con Psicosis y Trastorno por Consumo de Sustancias Psicoactivas, de carácter crónico, por lo que no comprende en forma normal el alcance de sus actos y lograr la inhibición de sus conductas impulsivas”.
Es por esto, que el perito considera que el exboxeador detenido desde marzo de 2021 “no se encuentra capacitado psíquicamente para estar sometido a proceso penal, no comprende los alcances y vicisitudes que esto implica”.
Si bien para el profesional Leiva sería inimputable, aclara que al momento de hacer la pericia “presenta criterio estricto de internación psiquiátrica, factible esto en establecimiento de alta seguridad como el que está alojado, en la Unidad 34 del Melchor Romero”. Además, asegura que es necesario que se haga un plan secuencial en que luego de su internación psiquiátrica continúe en forma efectiva en forma ambulatoria y a largo término.
En el informe, el médico destacó que Leiva posee antecedentes de consumo de sustancias psicoactivas en forma de abuso, principalmente cocaína, pero también alcohol y marihuana. Además, tiene una “sintomatología psicótica activa”, que implica riesgo cierto e inminente de daño para sí fundamentalmente, por lo que debe continuar bajo internación.
Con este informe en las manos, el juez Néstor Conti convocó a una audiencia para evaluar los pasos a seguir y la situación concreta de Leiva en la Unidad Penal N°34 de Melchor Romero.
Juicio abreviado rechazado
El fiscal Ramiro Anchou, el abogado defensor Mauricio Varela y la abogada querellante y hermana de la víctima, Elva Molina, habían acordado resolver la situación en un juicio abreviado, en el que se condenara a Leiva a la pena de 15 años de prisión por del delito de “homicidio simple“, sin embargo el juez subrogante del Tribunal Oral N° 1, Ricardo Perdichizzi, rechazó el acuerdo por una “discrepancia insalvable” y dispuso que el caso se resolviera en un debate oral.
Es que el juez entendió que, tal y como lo plantea el fiscal Anchou en la hipótesis principal del crimen, el asesinato de Molina habría sido cometido con “alevosía“, lo que contempla la pena a prisión perpetua y, por ende, no permite que se pueda arreglar en juicio abreviado.
El fiscal Ramiro Anchou, al elevar la causa a juicio, había imputado a Leiva por el delito de homicidio agravado por alevosía, un delito que prevé la pena de prisión perpetua y, como calificación alternativa, la de “homicidio simple”.
Esta diferencia se entiende porque si bien no hay dudas de que a Molina lo asesinó Leiva, sí es materia de discusión las circunstancias exactas del crimen. Por un lado, la hipótesis de que el crimen ocurrió con “alevosía” sostiene que la víctima estaba indefensa, acostada en la cama y en estado de ebriedad -con 2,71 g/l de alcohol en sangre-, por lo que el asesino se habría aprovechado de esa situación.
La hipótesis alternativa difiere en el estado de indefensión de la víctima y al no contemplarlo, la calificación pasa a ser la de homicidio simple, un delito con una pena en expectativa de 8 a 25 años y que sí se puede resolver en un juicio abreviado.
Cabe recordar que al declarar, Leiva había asegurado que Molina lo había amenazado de muerte con un cuchillo y había intentado violarlo. “Soy inocente, no tuve otra opción, me vino a abusar, me quería matar“, dijo en ese momento.
Esta versión fue descartada por la fiscalía, que no la consideró en las hipótesis al elevar la causa a juicio, pero será uno de los principales argumentos que la defensa podrá esgrimir durante el juicio por jurados.
El caso
Walter Leiva y Pedro Molina eran amigos. La víctima ayudaba al exboxeador ofreciéndole changas para que pudiera trabajar y, según contarían sus allegados, también le ofrecía comida y un lugar para dormir. El viernes 5 de marzo, Molina contrató a Leiva para que le cortara el paso en un terreno de Santa Clara. Por lo que se fueron juntos a esa localidad en el auto Chevrolet Corsa de la víctima.
Leiva cortó el pasto por la tarde y luego fueron a la Hostería “Atlántida”, ubicada en Marbella 88 de Santa Clara, que pertenece a un amigo de Molina, con quien cenaron esa noche.
El crimen se dio entre las 23.30 del viernes 5 de marzo de 2021 y las 10 de la mañana del día siguiente, en la habitación número 6 del hostel. En esas horas, víctima y victimario consumieron alcohol. Según Leiva también cocaína, aunque la autopsia a Molina verificó que la víctima no había consumido estupefacientes y que solo tenía alcohol en sangre. En circunstancias que son el punto de discusión entre las partes, Leiva le asestó ocho puñaladas a Molina en el cuello, hombro, pecho, antebrazo, abdomen y rostro, que le provocaron la muerte por una hemorragia masiva.
No se escucharon gritos de discusión y en la habitación no hubo signos de pelea o forcejeo.
Luego de asesinato, el exboxeador se fue de la habitación y se llevó el Chevrolet Corsa de la víctima, el cual condujo por la Ruta 11 con dirección a Mar del Plata. El lunes siguiente a la mañana, cuando el efecto de la intoxicación por las drogas comenzó a disiparse, contactó al abogado Mauricio Varela y resolvió entregarse. Desde entonces permanece detenido y, ahora, a la espera del juicio.